"Escritores de la Libertad"

Es importante como docente que desarrollemos un espíritu de "resilencia" para con nuestros alumnos,de esta forma estaremos formando niños capaces de enfrentar diversas situaciones. De esta forma en post de lo que sigue esta página aquello que entra en nuestro corazón y se apodera de nuestra cabeza, jamás saldra de ésta.

Los invito encantarse de este maravilloso arte de educar...

http://www.youtube.com/watch?v=kA8TTVlZ1qY

sábado, 11 de abril de 2009

Educar por amor....







Hoy en día muchos de los niños, están insertos en un mundo mecanizado, donde por inercia siguen el mismo camino de los otros niños, llegando así a vivir realidades que no debieran vivir, por ejemplo, depresiones, violencia, drogadicción, maltrato, entre otras. Todo esto me hace pensar y proyectarme en mí quehacer de aula viendo la transformación en muchos establecimientos educativos, donde ha pasando a ser el profesor el protagonista de violencia y en muchas situaciones de “rompe sueños”, de muchos niños, donde ellos toman el rol principal de los alumnos, siendo éstos, tan solo receptores de información; Es recurrente encontrarse con problemas conductuales en donde finalmente el objetivo se centra en erradicar al niño problema, y es aquí donde nos podríamos cuestionar qué es lo que está realmente sucediendo o qué estamos haciendo como personas frente a este tipo de situaciones, en que finalmente el alumno es expulsado, no haciéndose cargo de la problemática actual. Entonces, ¿Vale la pena estudiar pedagogía en un mundo inmoral? Todo esto nos hace estar insertos en una educación individualista, donde ya el método de valores no esta vigente y solo importa llenar a los alumnos de contenidos, ojalá de memoria y obtener gratos resultados académicos en pruebas de evaluación a nivel de sistema y de esta forma obtener el prestigio como establecimiento, donde la educación y las metodologías no tienen concordancia con el PEI del colegio y es aquí donde asalta mi duda, si en años futuros, donde yo ya pueda ejercer mi profesión logre cambiar y hacer de mis alumnos protagonistas de su educación. Esto me hace proyectarme e ilusionarme en que mis niños, sean los propios protagonistas de su vida, de su educación y de sus proyecciones, donde yo sea simplemente un guía, la cual optimice su educación, que les brinde el clima adecuado para su desarrollo, haciéndolos partícipe de su proceso Enseñanza – Aprendizaje.


A mi parecer claramente existe una notable diferencia entre lo que es un profesor, a lo que es un verdadero maestro. Cuando uno anhela entrar a estudiar pedagogía, el mundo que descubre aquí dentro es completamente distinto, la visión como ser humano cambia y adquieres inmediatamente una responsabilidad mayor, aquella que te hace en muchas situaciones ser el héroe en un sin fin de historias y vivencias con los niños, así entonces, al momento de entrar por primera vez al aula y comenzar a enfrentar realidades completamente distintas, se va haciendo esta distinción, en la cuál, quiero enfocar mi pensamiento. Inicialmente uno pasa a ser simplemente profesor de los alumnos, donde quiere enseñar contenidos y quiere que sus alumnos crezcan intelectualmente, que aprendan por ejemplo las letras, las silabas y así puedan leer, o que logren agrupar, luego sumar y luego resolver problemas matemáticos; pero posteriormente cuando uno como docente comienza a vivir cosas nuevas en el mundo mágico del aula, es ahí donde el papel cambia y ya no somos solo profesores, sino que somos maestros, por ejemplo, debemos enfrentar una pelea y debemos explicar o resaltar valores de compañerismo y de convivencia, es aquí donde pasamos a ser verdaderos maestros. De esta forma, pasa a ser una persona impregnada de sentimientos, de ideas y sueños, que permiten formar a un niño autónomo principalmente un ser resiliente, capaz de trasformar lo negativo, en positivo y seguir guiando su vuelo, hasta finalmente alcanzar sus sueños. Según mi percepción “hacer volar a nuestros alumnos”, es una estrategia que todo docente debería tener, ya que es aquella la que nos hace capaces de transformar a nuestros alumnos, siendo un maestro que traspase experiencias y de esta forma hacer que los alumnos se engrandezcan moral, espiritual, vivencial y académicamente.


Creo no existe labor mas linda que “enseñar a ser feliz” y hacerlo con el mejor lenguaje que es amor, ya que éste nos permite lograr que un curso respete y sienta interés por salir adelante. “Enseñar a ser felices”, marca la diferencia en la educación, muchas veces y sobre todo ahora que estamos insertos en un mundo donde hacemos de cosas pequeñas, problemas enormes, sin encontrar solución, es por ello que hablar por medio de amor, es un lenguaje que puede hacer milagros, puede lograr que el maestro cree un mundo mágico con sus alumnos, donde no solo baste la enseñanza teórica, sino también la escala valórica, resaltar la importancia de los sueños, de las metas y que no hay problema que no se pueda solucionar, creo que es en ese minuto, donde se puede calificar a un buen profesor. Todo esto hace que reafirme, que lo que realmente quiero ser es; Profesora, pero de esta clase de profesores, no de aquellos que solo les interese cumplir con los contenidos, sino también, donde exista un desarrollo de la persona. Para que un docente logre esto con sus alumnos, debe contar con un respaldo siendo éste un compromiso como institución. Con esto quiero dar a conocer, que es importante que el docente cuente con el apoyo del director y de todas las personas que componen la unidad directiva. Formar personas íntegras es una labor que se puede desarrollar en conjunto, donde es importante contar con el apoyo del colegio y de los padres y de esta forma establecer como visión, “enseñar a construir la felicidad”.


Quizás todo lo que he mencionado puede sonar imposible o bien ideal, pero si hoy en día todos enseñáramos con esta visión, existirían menos casos de niños con depresión, o enfermedades que se relacionan con esto. Pocas veces nos encontramos frente a proyectos educativos los cuales realcen la formación de valores, de principios, los cimientos de apoyo frente a un problema (Dios, familia, amigos, etc.), es decir, en quien se apoya a la hora de verse enfrentado a un problema. Lograr desarrollar esto en los niños también es una gran tarea y no deja de tener importancia frente a la formación intelectual. Finalmente, esto me ha permitido desarrollar como objetivo el creer que es necesario primero que todo formar niños íntegros, y desarrollar también la escala valórica de éstos y la forma de cómo enfrentarse al mundo, por lo demás, al utilizar el lenguaje del amor permitirá que el niño comprenda mucho mejor las cosas, realzar sus habilidades y trabajar en ellas, hará que se genere una linda relación entre el maestro y el alumno , así , reducir los diversos daños emocionales que se pueden producir ¿Vale la pena seguir luchando?